Saber esperar en Dios

Saber esperar en Dios
Salmo 37:1-11
Introducción
¿Ha notado usted, que a veces, algunas personas le hacen una solicitud a una persona, pero luego salen corriendo antes de que pueda saber la respuesta? Nosotros podemos actuar de la misma manera para con el Señor cuando no esperamos en él.  Debemos tener en mente 4 aspectos importantes para saber esperar en Dios ante cualquier tipo de petición que le presentemos.

Para saber esperar en Dios necesitamos tener: Fe. Ro 10:17
Debemos estar dispuestos a confiar en el Señor cuando no sea evidente una solución y no podamos ver una salida a nuestro problema. La fe viene de Meditar en la Sagrada Escritura y aplicarla a las dificultades de la vida y como resultado de ello tendremos una fe fortalecida.  

Para saber esperar en Dios necesitamos tener: Humildad. Jn 15:5
Al reconocer que no podemos lograr nada aparte de Jesús, debemos estar dispuestos a soportar hasta que Dios nos revele su respuesta. Sus caminos son siempre perfectos; nuestro plan más ingenioso no será tan bueno como el suyo.

Para saber esperar en Dios necesitamos tener: Paciencia. Stg 5:11
Una actitud tranquila y una paz interior provienen de creer que el Señor es quien dice ser, y que el hará exactamente como ha prometido. El Espíritu Santo nos ayudara a enfrentar las circunstancias estresantes sin quejarnos y aceptar los problemas de la vida, en vez de tratar de manipular una salida.  Job fue una persona con paciencia que pudo soportar todos los desastres que le vinieron a su vida y salió victorioso de todo ello porque supo esperar en Dios.

Para saber esperar en Dios necesitamos tener: Valentía. Jos 1:9
Es propio de la naturaleza humana querer tener el control; anhelamos saber que va a suceder y cuando, a  Josué le sucedía lo mismo no sabía que sucedería y cuando pasarían tales cosas (en este caso la conquista) por eso el deseaba saber para tener el control y por esta razón Dios le dice a Josué que se esforzara y fuera valiente que no temiera ni desmayara porque él estaría con Josué donde quiera que el fuera; Hace falta valentía si queremos evitar seguir nuestros planes, o no ceder ante la presión de los demás, con el poder del Espíritu Santo podemos mantenernos serenos para esperar en Dios, incluso cuando las personas que nos rodean no aprueben nuestras decisiones.

Conclusión

Confiemos en el Señor y nos deleitemos en su nombre para que él nos conceda las peticiones de nuestros corazones y debemos esforzarnos y ser muy valientes para vencer cualquier lucha tampoco debemos temer ni desmayar ante cualquier circunstancia porque Dios está con nosotros donde quiera que vayamos así él lo ha prometido en su palabra. 

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